COMPETENCIAS DIGITALES DESDE LA PERSPECTIVA DEL EMPLEADOR


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NUESTRO SOCIO EN EL REINO UNIDO, BCS, THE CHARTERED INSTITUTE FOR IT, HA ORGANIZADO RECIENTEMENTE UN GRUPO DE DISCUSIÓN PARA EXPLORAR LAS ACTITUDES DE LOS EMPLEADORES ACTUALES EN RELACIÓN A LAS COMPETENCIAS O HABILIDADES DIGITALES (ALFABETIZACIÓN DIGITAL) DENTRO DE LOS LUGARES DE TRABAJO DEL REINO UNIDO, Y SI ES NECESARIO PROMOVER LA ALFABETIZACIÓN DIGITAL COMO UNA HABILIDAD CLAVE PARA LA EMPLEABILIDAD.

NECESIDADES DE COMPETENCIAS DIGITALES

El grupo identificó una serie de áreas que fueron consideradas de vital importancia en prácticamente todos los sectores de trabajo y coincidió en que un nivel básico / base de conocimiento era importante. Debe haber una buena comprensión de cómo manipular dispositivos inteligentes y personales (PDA), ya que estos son relevantes en muchos ámbitos de trabajo. Como complemento, es necesario que exista una familiaridad con la gama estándar de aplicaciones de software de oficina.

El grupo consideró que había una necesidad imperiosa de conocimientos sobre la forma de acceder y gestionar datos de manera adecuada y, en particular, de ser capaz de utilizar y beneficiarse de interactuar con las redes sociales en el lugar de trabajo, que deben ser acompañados con aprendizaje sobre seguridad electrónica y cómo proteger la marca y su reputación.

Un punto que se destacó fue que, si bien era imprescindible contar con un nivel de base de habilidades digitales y en la mayoría de los casos algunas habilidades propias de la función o de un sector específico; también fue remarcado que las personas deben desarrollar también su confianza.

La razón es muy clara: si a la gente simplemente se le enseña cómo presionar o usar una serie de teclas u opciones no estaríamos empoderándolos con habilidades digitales, simplemente estaríamos enseñando una lección unidimensional y fuera de contexto. Se les debe enseñar por qué y en qué contexto se están enseñando habilidades digitales para que cuando la próxima versión o un nuevo equipo sea introducido en el lugar de trabajo cuenten con la confianza para utilizarlo.

¿DEBERÍA EXISTIR UN MARCO NACIONAL PARA OFRECER COMPETENCIAS DIGITALES?

Un marco nacional sólo beneficiaría la provisión de competencias digitales si fuese verdaderamente nacional, o tal vez aún más amplio, por ejemplo a nivel Europeo.
El grupo planteó que era importante que haya niveles mínimos dentro de cualquier marco que se proponga, con cinco niveles sugeridos. Existe un potencial peligro si se es demasiado prescriptivos, pero el grupo también sentía que tiene que haber niveles y contenidos que funcionen en muchos sectores y no sesgarse únicamente al trabajo ‘administrativo o de oficina’.

El valor real se encontraría en un marco que se ocupara de una amplia gama de sectores y funciones con el fin de ser lo más inclusivo posible. Se consideró importante que cualquier marco debe ser diseñado por una amplia gama de grupos (idealmente centrados en el empleo, como la CBI, Cámara de Comercio Británica, o la TUC, Unión de Sindicatos.) El grupo también sugirió que se debería contar con un número de organizaciones importantes, de alto perfil, que respalden el marco para darle un verdadero valor de “empleabilidad”. También se consideró de vital importancia que el gobierno apruebe su uso dentro de cualquier política en materia de empleo y formación, ya que esta es la única manera en que realmente podría convertirse en un punto de referencia.

Un marco no sólo debe existir, sino, más importante aún, ser considerado y utilizado por las organizaciones que lo valoran y lo usan como un punto de referencia para las competencias digitales para empleados actuales y futuros. Se señaló que el recientemente publicado Marco de Competencias para Usuarios TIC (e-Competence Framework for ICT Users) de la Unión Europea sería un buen punto de partida.

¿DEFINIMOS A LA ALFABETIZACIÓN DIGITAL CORRECTAMENTE?

Para el programa de BCS “Digital Literacy for Life” la alfabetización digital se define como: “Las capacidades que denotan que un individuo es apto para vivir, aprender y trabajar en una sociedad digital. La alfabetización digital se trata de ser capaz de hacer uso de las tecnologías para participar y contribuir a la vida social, cultural, política y económica moderna.

Abarca la comprensión del impacto de las nuevas tecnologías en la sociedad, entender y gestionar la identidad digital de manera apropiada, ser capaz de localizar, organizar , entender, evaluar, analizar y presentar la información digital actual.” El grupo consideró que esta definición tenía algún valor, y que BCS hacía bien en no crear una definición demasiado específica, sino más bien proporcionar una definición de “trabajo” sobre la que se puede construir con el fin de ayudar a los muchos sectores que necesitarán utilizarla.

Se consideró importante que todos comprendamos el significado de la alfabetización digital (y sus niveles inherentes), pero que la definición en si no se convierta en un ejercicio académico engorroso. El grupo sugirió que trabajar en los detalles de cualquier marco aportaría más valor a la empleabilidad que una definición detallada.

¿QUÉ APORTE SE NECESITA DEL GOBIERNO?

Este grupo coincidía fuertemente en que si bien no es el papel del gobierno ofrecer directamente una solución de oferta, es imposible imaginar una situación en la que cualquier solución de alfabetización digital pudiese ganar fuerza si no se cuenta con el apoyo explícito del gobierno, tanto en el desarrollo como en la entrega. En relación al desarrollo, se cree que el gobierno debe estar definitivamente a cargo de crear normas, marcos y cualquier definición.

Aún mayor importancia tuvo la creencia de que el gobierno debe apoyar a los empleadores que utilizan estos estándares, marcos y definiciones. No se considera tan importante que el gobierno sea un agente de entrega, sino más bien el principal impulsor.

EL PAPEL DE LOS EMPLEADORES EN LA PRESTACIÓN DE FORMACIÓN

Los empleadores tienen empleados con diferentes niveles de habilidades digitales y en este momento están actuando como si fueran “víctimas” de los actuales niveles de competencias digitales de sus empleados, en lugar de los dueños de su propio destino en esta área. Se consideraba firmemente que esto tenía que cambiar y que los empleadores tienen la principal responsabilidad de hacerlo.

En primer lugar tienen la responsabilidad de reclutar individuos que ellos consideran con niveles verificables de habilidades digitales acordes con los requeridos en distintos niveles de trabajo.

En segundo lugar se expresaba que los empleadores tienen la responsabilidad ineludible de capacitar a los empleados cuando las normas estén por debajo de los requisitos, ya que esto proporciona un amplio beneficio financiero en las organizaciones a través de retención del personal, productividad y la competitividad en general.

El grupo también consideró que si los empresarios se basan únicamente en el sector educativo, entonces están abdicando su responsabilidad en relación a los niveles de habilidades digitales de los empleados y, por lo tanto, en una posición mucho más débil a la hora de lamentarse por la calidad de los niveles actuales de competencias digitales en la fuerza de trabajo. Se sugirió que la mejor solución sería una situación en la que los empleadores lideren el camino ayudando a desarrollar normas. Pero siempre trabajando muy de cerca con el sector educativo (niveles primario, secundario y terciario) para asegurar que los futuros empleados posean las habilidades digitales necesarias para el lugar de trabajo y no sólo para participar en la sociedad.

¿EN DÓNDE SE POSICIONAN LAS COMPETENCIAS DIGITALES EN RELACIÓN A OTRAS HABILIDADES EDUCATIVAS?

¿Por qué todavía escuchamos constantes demandas de que las asignaturas de lenguaje y matemáticas deben ser consideradas como habilidades vitales de empleabilidad como si estuvieran en algún tipo de club mutuamente excluyente? Sin duda, este no debe ser el caso y la cuestión que se examina es si es adecuado promover sólo lenguaje y matemáticas cuando se habla de competencias clave de empleabilidad desde la perspectiva del empleador.

El grupo consideró por unanimidad que teníamos que encontrar una manera de cambiar el guion. La culpa de esta situación se encuentra en el gobierno y debería modificarse para que, al considerar las competencias clave de empleabilidad siempre escuchemos lenguaje, matemáticas y habilidades digitales: un triunvirato de aritmética, lectura, escritura y habilidades digitales (o, aún más importante la aplicación de cada una). Fue destacado por el grupo que el empresario tenía que exigir pruebas verificables de cada habilidad y que sólo exigiendo un tercer pilar (competencias digitales) el gobierno lo tomará suficientemente en serio para promover su inclusión.

TENDENCIAS SOCIALES EN RELACIÓN A LAS HABILIDADES DIGITALES

Aquí, el grupo exploró la percepción actual de que los estándares de habilidades digitales en la sociedad podrían potencialmente subir los estándares dentro del empleo. Se determinó firmemente que este no era el caso.

De hecho se destacó que en muchos casos, la generación más joven, aunque no exclusivamente, se podían considerar “hábiles con los dispositivos” pero no usuarios que utilizan la tecnología digital con conocimiento y seguridad. El grupo consideró que, si bien muchos de los empleados están aumentando su uso de dispositivos inteligentes en forma social, en algunos casos siguen sin ser conscientes de los beneficios potenciales de su uso el mundo corporativo para beneficio de sus empresas.

Otro punto importante, el grupo consideró que en un gran número de casos los posibles problemas derivados del uso inadecuado de la tecnología y los peligros del mal manejo de los datos se están pasando por alto. Esto fue visto como una consecuencia natural de la presencia de empleados “hábiles con dispositivos” pero definitivamente sin niveles de alfabetización digital adecuados y esto sin duda es un punto a ser abordado. Empleados alfabetizados digitalmente traen beneficios potenciales para las organizaciones, pero cualquier deficiencia en este sentido trae consigo dificultades que podrían ser muy costosas para los ingresos y la reputación de la organización.

¿QUÉ PASA CON LOS PROVEEDORES DE FORMACIÓN, ORGANISMOS DE CERTIFICACIÓN Y GRUPOS DE EMPLEADORES?

Este resultó ser uno de los temas más fáciles de discusión. Simplemente el grupo consideró que si los proveedores de formación, organismos de certificación y grupos de empleadores trabajaron todos con los mismos objetivos y siguiendo un camino predeterminado que cualquier marco, definición o estándar para la alfabetización digital haya desarrollado, entonces podríamos obtener un resultado que podría beneficiar a los empleadores y sus organizaciones, mientras que proporcionarían habilidades nuevas y valiosas para los individuos.

El grupo definió que los grupos de empleadores (o empleadores) deberían demandar los niveles requeridos de alfabetización digital para sus organizaciones y que los órganos de certificación deberían desarrollar soluciones que los proveedores de formación estén dispuestos a ofrecer. También se aceptó que hay muchos factores externos, como las políticas del gobierno, la financiación disponible y las condiciones macroeconómicas.

Originalmente publicado como “Digital skills from the employer’s perspective” por BCS, The Chartered Institute for IT

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